Rosa Fader

Rosa Fader y la Capella Iuvenillis

Entre los años 1976 y 1987 funcionó en Mendoza un grupo de cámara de flautas dulces y percusión (algunas veces incluían piano, guitarra y laúd) que estaba conformado por niños y jóvenes músicos alumnos de Rosa Fader de Guiñazú, fundadora del proyecto.

El conjunto pertenecía al Taller de Expresión que dirigían Rosa Fader y Jovita Kemelmajer. Sus integrantes fueron en principio: Gabriela Guiñazú, Graciela Guiñazú, María Celeste Guiñazú Mario Masera, Pablo Masera, Pedro Rosell, Ricardo Rosell, Eduardo Sansón, Gustavo Zonana, Amparo Argerich y Viviana Parra; luego se incorporaron Emilio Guiñazú, Ana Chirino, Guillermo Chirino y Ramiro Albino.

Los integrantes Pablo Masera, Pedro Rosell, Pablo Rosell, Eduardo Sansoni y Gustavo Zonana asistieron a cursos de perfeccionamiento de flauta dulce que se realizaron en Bariloche en los meses de verano, dirigidos por el profesor Gustavo Samela. Estos encuentros eran muy importantes tanto para los músicos como para la actividad musical del conjunto, ya que además de difundir la práctica de la música antigua, se intercambiaban partituras y se conocía nuevo repertorio.

Cappella Iuvenilis se presentó en numerosos teatros y establecimientos; los más relevantes fueron: Teatro Independencia, Auditorio “Juan Victoria” de San Juan, Bodega Arizu, Auditorio Ricardo Rojas, Museo Fader, Salón San Martín, Galería de Arte Huentala. También hicieron conciertos en San Juan, Córdoba y Buenos Aires.

El repertorio predominante consistía en música medieval, renacentista y popular latinoamericana, también incluían algunas obras de compositores barrocos, clásicos y del siglo XX, el repertorio era variado y generalmente en la primera parte realizaban las obras medievales y renacentistas y en la segunda parte las barrocas, clásicas y contemporáneas (europeas y latinoamericanas).